Una plántula es una planta en su etapa más temprana de desarrollo, justo cuando la semilla germina y comienzan a brotar el tallo y las primeras hojas. Si se desarrolla en las condiciones adecuadas, una plántula puede trasplantarse de un lugar a otro, y continuar su desarrollo de esta forma.
Hoy es cada vez más común que muchos agricultores utilicen las plántulas para sus cultivos, ya que el desarrollar las plántulas por separado ofrece grandes ventajas contra sembrar las semillas directamente en el suelo agrícola:
No se requiere un gran espacio para el desarrollo de plántulas. Al utilizar charolas para plántula (también conocidas como 'semilleros' o 'almácigos') es posible desarrollar una gran cantidad de plántulas en un invernadero de dimensiones reducidas.
Las plántulas se desarrollan en óptimas condiciones. Al desarrollarse dentro de un invernadero, se tiene absoluto control del microclima, tanto en la temperatura, la cantidad de luz que reciben, los niveles de humedad, etc. Esto contribuye a la adecuada germinación de las semillas.
Se reducen amenazas. Se evita la exposición a plagas, enfermedades y el mal clima, reduciendo los riesgos de daños en la fase temprana de la planta.
Se puede comenzar la siembra aunque no esté listo el terreno. Puede iniciarse el desarrollo de las pequeñas plántulas en el invernadero aún cuando la tierra de cultivo no esté completamente lista, y hacer el trasplante una vez que se tenga listo el terreno.
Se reduce el tiempo del uso de la tierra agrícola. Ya que se inicia el uso de la tierra con la plántula ya germinada, al haber desarrollado la fase temprana de las plantas en el invernadero.
En un artículo posterior hablaremos de qué se requiere para realizar el desarrollo de plántulas y obtener todos los beneficios de este sistema.
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